China dice que no quiere conflictos. Sus acciones en el mar sugieren lo contrario

China se enorgullece de ser un país pacífico. "Nunca comenzamos un conflicto, ocupamos una pulgada de tierra extranjera o libramos una guerra de poder", dijo el domingo su ministro de Defensa, Li Shangfu, en el Diálogo Shangri-La, una cumbre de seguridad regional en Singapur.

Pero ese mismo día, cuando Li dijo que la guerra con EE. UU. representa un "desastre insoportable" para el mundo, el ejército de EE. UU. publicó un video que muestra a China haciendo movimientos en el Estrecho de Taiwán que solo parecerían aumentar las tensiones ya crecientes entre los EE. UU. dos superpoderes.

Según el Comando del Indo-Pacífico de EE. UU., un buque de guerra chino se abrió paso en el camino de un destructor estadounidense y una fragata de la Armada canadiense que realizaban un tránsito de rutina el sábado. El barco de China, un destructor de misiles guiados, cruzó la proa del USS Chung-Hoon a 150 yardas, lo que obligó al barco estadounidense a reducir la velocidad para "evitar la colisión". A las 2.000 yardas, el buque chino volvió a cruzar la proa. El Comando del Indo-Pacífico calificó la maniobra de "insegura" y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo a los periodistas en una sesión informativa en la Casa Blanca el lunes que el encuentro indica un "nivel creciente de agresividad" por parte del ejército chino. El incidente también se produce inmediatamente después de que un avión de combate chino volaba el 26 de mayo frente a la nariz de un avión de la Fuerza Aérea de los EE. UU. que realizaba operaciones de rutina sobre el muy disputado Mar de China Meridional.

"No pasará mucho tiempo antes de que alguien salga lastimado", advirtió Kirby. "Esa es la preocupación con estas intercepciones inseguras y poco profesionales. Pueden dar lugar a malentendidos. Pueden dar lugar a errores de cálculo".

China, por su parte, señala a EE.UU. como un provocador en la región. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, dijo el lunes que las acciones de China están "completamente justificadas, son legales, seguras y profesionales" y agregó que respeta la libertad de navegación y sobrevuelo.

Durante mucho tiempo, China y EE. UU. han estado intercambiando críticas sobre quién está causando problemas en la región con supuestas incursiones territoriales y respuestas relacionadas. Euan Graham, miembro principal del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, que organizó el diálogo del fin de semana, dice que China es "claramente" el agresor en esta última saga de barcos. "Estaban", le dice a TIME of the US, "navegando en su curso normal, aparentemente, sin desviarse del otro lado de la línea media de ninguna manera que hubiera provocado la respuesta china".

En virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que China ha ratificado y Estados Unidos aún no ha adherido, los barcos internacionales pueden pasar libremente por partes del Estrecho de Taiwán, siempre que estén fuera de la zona de 24 millas náuticas de cualquiera de las costas. A los países ribereños también se les otorga una zona económica exclusiva (ZEE) de hasta 200 millas náuticas desde su costa, sobre la cual tienen "derechos soberanos" (lo que significa que pueden usar y administrar los recursos en esas áreas) pero no derechos territoriales (como ellos). hacer sobre su territorio y dentro de las 12 millas náuticas de la costa). Estos países ribereños, según la convención, no pueden limitar la libertad de navegación y sobrevuelo de otros países dentro de la ZEE.

Collin Koh, analista de seguridad regional de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam en Singapur, dice que el tratado de la ONU no ha establecido explícitamente ningún límite a las actividades militares extranjeras en esas regiones marítimas, y esta ambigüedad es un "punto crucial" de la Conflicto entre China y Estados Unidos en la vía fluvial. "China preferirá una interpretación restrictiva de acuerdo con sus derechos como estado costero, mientras que EE. UU., siendo el estado usuario, querrá interpretarla de manera más amplia, que asocie intereses globales más amplios", dice Koh.

Aún así, es poco probable que surja un conflicto a gran escala a partir de los movimientos de China, dice Koh. “No creo que tanto Estados Unidos como China entren en la sala con los ojos cerrados”, dice. "Ambas partes tendrán retórica, pero parece que se detienen en eso".

También existe un aparente doble rasero con el furor de China por la entrada de Estados Unidos en sus aguas vecinas. En 2015, los buques de la armada china ingresaron a las aguas territoriales de Alaska, pero la reacción de los EE. UU. fue mínima ya que China tenía el derecho de "paso inocente". China ingresó de manera similar a las aguas territoriales de Japón desde diciembre del año pasado, y en el Mar de China Meridional, se han visto repetidamente barcos y buques de guerra chinos en territorio marítimo filipino, incluso asustando a los pescadores dentro de la ZEE de la nación del sudeste asiático y en un momento frustrando la guardia costera filipina. oficiales con luces láser de grado militar.

Para Derek Grossman, analista de defensa del centro de estudios RAND Corporation con sede en California, "el problema realmente surge de los reclamos expansivos e injustificables de China sobre territorios y mares en primer lugar que los EE. UU. y cada vez más aliados y socios selectos, como Filipinas, sienten obligado a responder".

En Singapur, el portavoz de la Guardia Costera de Filipinas, el comodoro Jay Tarriela, planteó una pregunta al ministro de Defensa chino: "Si bien China habla de diálogo, las acciones de China muestran confrontación. ¿Por qué hay una gran diferencia entre las palabras y las acciones de China?". Li no dio una respuesta.

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